viernes, 19 de diciembre de 2014

Buitres, patateras, vino a morro y emociones en Plasencia



Si tuviera que elaborar una rúbrica de evaluación para medir el éxito de una quedada, el primer indicador que utilizaría sería el trabajo para salir de la cama el día después. Puede expresarse en julios, pero es más eficaz si se hace en minutos de retraso en la entrada al trabajo; o en número de suspiros, lamentos, ayes, toses y carraspeos matutinos; Luego habría otros criterios, ya de carácter bioquímico, como la alteración del pH, el color de la orina o la pastosidad bucal, que requerirían de una analítica más profunda. En este apartado, cada maestrillo tiene su librillo, pero yo soy seguidor incondicional de las teorías de regulación del pH de mi querido @o_fragha.  Si el evaluador es metódico puede llevar la cuenta del número de besos y abrazos que da y ponerlos en relación con los que recibe. Suele ser muy fiable también el número de compromisos adquiridos de reencuentros a corto y medio plazo.  Número de tweets del hastag #kddapla14, pastillas de ibuprofeno, almax, omeprazol… consumidas, visitas al baño fuera de horas, número de chistes aprendidos, tasa de incremento del anecdotario, o días que el grupo de whatsapp se mantiene activo, en fin, para iniciar la rúbrica ya está bien, sobre todo porque estoy seguro de que mi tocayo @jlcastilloch, sistematizará la propuesta y nos mandará deberes para después, por lo que resulta conveniente guardarse algún que otro criterio en la recámara, aunque no me resisto a mencionar la amplitud (en centímetros) y duración (en horas) de la sonrisa en la cara del asistente a #kddapla14, como el más fiable y seguro de todos cuantos se propongan.


Y hasta aquí las tareas ordenadas por José Luis Castillo, ahora vamos con la crónica de la #kddapla14, patrocinada por: Itinere Viajes, @itinereviajes, que se lo merece por el trabajo que hizo para que todos estuviésemos a gusto. Gracias Angélica por tus gestiones, idas, venidas, llamadas y desvelos.


índice.jpgHay quien piensa que este asunto de las quedadas es cosa de gentes de mal vivir, quien cree incluso, que no salimos de los bares y que debería darnos vergüenza, tan mayores y dando tan malos ejemplos. No van muy desencaminados, pero no es menos cierto que entre trago y trago algo se aprende: En la de Plasencia he aprendido que las apariencias engañan, que significantes y significados pueden intercambiarse durante años sin que nos demos cuenta, que una cosa son las palabras y otra lo que esconden: Ahora resulta que los verdaderos buitres eran los gestores del ICONA y quienes les marcaban las directrices, y que los auténticos conservadores de la naturaleza son los buitres, esos simpáticos dinosaurios, a decir de @jlcastilloch, que libran de carroña nuestros campos, que son capaces de levantar el vuelo gracias a la envergadura de sus alas y a la  ligereza de sus huesos huecos y que son gregarios por pura lógica de supervivencia. Los otros buitres, los de los fondos de inversión, los especuladores, los políticos corruptos, son aves de rapiña, individualistas, aunque se asocien en institutos o instituciones por interés, voraces, insacibles y sin conciencia. Juzgad quienes leáis: Durante los años 70 se inicia desde el Instituto de Conservación de la Naturaleza una tala sistemática e indiscriminada del monte mediterráneo autóctono, plagado de encina, roble, alcornoque, arce, madroño, brezo, quejigo, enebro…, para replantar con eucalipto, con la única intención de abastecer el proyecto de una papelera en Navalmoral. Arrasaron 3000 hectáreas, antes de que los movimientos ecologistas se pusieran en marcha y paralizasen tamaño despropósito, en una zona que hoy es reserva de la biosfera. Puede ser una ofensa para las aves llamar buitres a estos elementos, más bien habría que llamarles eucaliptos, porque desertizan y empobrecen los terrenos por los que pisan. Ésta fue otra de las cosas que aprendimos gracias al ameno e ilustrado guía de Monfragüe Vivo, que nos mantuvo interesados, expectantes, y lo que es más difícil: callados. Nos resultará difícil olvidar la altura, el peso y las dimensiones de los buitres, debido al eficaz recurso pedagógico utilizado por nuestro guía, o si no, mirad a Maru como extiende sus alas, en plan cóndor de los Andes.

El día salió brillante y pudimos contemplar las evoluciones de los buitres en el paraje que llaman Salto del Gitano, donde aconteció una cautivadora leyenda que dejó la prueba de su veracidad esculpida en piedra, para el convencimiento de incrédulos, que siempre los hay. A ver si tuviéramos suerte y el gitano nos petrificara al gobierno. Antes de Reyes, a poder ser.

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a morro.jpgPero lo que definitivamente me ha hecho cambiar la imagen que tenía sobre los buitres, es que a partir de #kkddapla14, los voy a asociar con el sabor de la patatera picante y el regusto del vino a morro y el pan reciente, que nos entonó el cuerpo antes del paseo entre encinas y alcornoques en los bordes del parque natural. ¡Menuda idea de la organización! Propongo a @elcai59 como Proveedor Oficial “del cacho” en sucesivas quedadas, a escote, eso sí, que os veo venir; a mi estimadísimo @antonio_garrido como catador de patateras y al buitre leonado como el emblema de la anticorrupción. 
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Otra asociación que se me viene a la cabeza en tan feliz quedada, es la de los gritos de alegría con la Puerta Berrozana como testigo, que debería rebautizarse con el nombre de Puerta del Reencuentro y la Desvirtualización. ¿Qué digo? Nada de puerta, que se llame Puerto en honor a nuestra queridísima anfitriona. Aún deben resonar allí los chillidos de sorpresa y contento cuando @carmeniglesiasb y yo nos chocamos de bruces con nuestros adorados @igorgoroshko e @inmitacs, o los abrazos alegres y sinceros de @joanfelizz, el dios de la risa y la alegría, o los besos a la deslumbrante @luz_tic, que junto a @ManuelaRuiz fueron mis desvirtualizaciones más esperadas, o la sonriente llegada de nuestra @anuska72 que por fin ha sido capaz de traerse a Santi, al que espero ver en muchas más; la gratísima sorpresa por la inesperada aparición de @gorkafm, la presencia de Tedo, Elena y Juan Antonio, a quienes muchos no conocíamos, pero que en virtud de la propiedad transitiva de la amistad ya pertenecen a nuestra familia 2.0  Allí se acabaron las prisas. La pobre Angélica se vio frita para meternos en el autobús. Esos momentos son inolvidables para cualquier participante en las quedadas. Había que ver la ilusión de @o_fragha por haber conocido, por fin, a @joanfelizz, o las caras sonrientes por los ansiados reencuentros. Ver aparecer la efigie quijotesca de @antonio_garrido por Puerto Reencuentro no tiene precio, y que me decís de la caballeresca apostura de @jlcastilloch…, impagable. Es como que si el TL cobrara vida. Y eso que muchos de nosotros ya nos habíamos visto antes, pero el momento de la kdda, siempre tiene la magia de la ilusión, la ilusión de la expectativa, la expectativa de lo singular, la singularidad de los momentos especiales. Así se engancha uno a estos eventos. Así, y recordando la cantidad de historias, anécdotas y vivencias que se suceden una tras otra en un pequeño intervalo de tiempo: De ahí la intensidad. 

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¿Quién de los presentes no va a evocar a @Gorkafm cada vez que se le pierdan unas llaves?  ¿Quién no comentará que Salvador tiene puesto el nombre a propósito? O si no que se lo digan a Gorka; o a Carmen y a mí, que nos cambió la habitación para que no tuviésemos que irnos a otro hotel. Fue al primero que vimos nada más llegar a Plasencia, haciendo fotos a personajes de cara felliniana y a monumentos pétreos. Queríamos dar una sorpresa al grupo, y nos la dió él a nosotros. Recogió el trípode, la cámara y demás aperos y nos acompañó al Ágora, donde el resto del personal daba animación, algarabía y ganancias al antedicho local. Mientras nos poníamos morados a besos y abrazos se encargó de llevarnos unas cervezas. 

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Si hemos rebautizado la antigua puerta berrozana como Puerto Reencuentro, reclamamos para Salvador, que el Pasaje que ya está bajo su advocación, sea conocido a partir de ahora por asistentes y ausentes de la #kddapla14 como  Pasaje de @salpegu 



Hacía meses ya que no veía a mis cierrabares predilectas, @lajaines y @lolaprieto, que fieles a sí mismas y como marca la tradición de las quedadas, no se retiraron a sus aposentos hasta que no se aseguraron bien de que no quedaba nadie por allí. En esta ocasión, fueron capaces de irse a casa al mismo tiempo que los demás, cosa extraña por su parte y por la nuestra, que pudimos aguantar su ritmo, sobre todo @carmeniglesiasb, que hizo méritos suficientes para compartir con ellas tan honroso título. Al fin y al cabo, la fama hay que ganársela. Ahí tenéis a @o_fragha, que todos sabemos que es el primero en llegar pero también el primero en marcharse. IMG_20141206_221345585.jpgHablo de las kddas, que de los bares entra y sale al mismo ritmo que el que yo llevo. Menos mal que @belencinha73 y @carmeniglesiasb nos vigilan con el rabillo del ojo y nos tuercen el hocico si hacemos amago de pedir la última. Y con todo y eso alguna ronda escaqueamos. No tiene ese problema nuestro inseparable @igorgoroshko, y no porque la buena de @inmitacs no le controle, es que es capaz de controlarse él solo, excepto si le hablas de Putin.  No como nosotros, que nos puede el vicio. Y eso que esta quedada ha sido la de la contención, la mesura y la templanza. Para prueba está el hecho de que Cai tuvo que devolver un par de botellas de vino sin abrir que nos sobraron del almuerzo. Claro que eso pasa por abusar del agua con anterioridad. Ya he quedado escarmentado, o sea que no creo que vuelva a suceder cosa parecida. 

 
La evidencia definitiva de la moderación de la que hemos hecho gala durante toda la @kddapla14 es la ronda de Los Monjes, en la que apenas gastamos 7 € por cabeza en más de dos horas. O si no, ahí está la factura que lo demuestra, que los tuiteros somos gente honrada y no pasamos las cuentas al Senado. No como otros....

 

Nuestros anfitriones, que han trabajado como obreros sin convenio,  han sido capaces de atraer a la movida plasentina a gentes de toda la geografía; algunos asiduos ya a las emociones amistosas de kddas diversas, otros debutantes, que habrán quedado inoculados con tan adictivo virus, pues el que participa en una, ya no puede dejar de pensar en cómo será la siguiente. Algo nos ocurre en las kddas, que nos sentimos elegidos, reforzados, especiales, queridos, alegres. Puede que sea una cuestión de endorfinas y por eso seguimos levitando durante unos días e inventamos disculpas para volver a vernos antes de que llegue la próxima, convencidos de que no vamos a resistir hasta entonces. Es como la marca indeleble del bautismo que nos decían los curas en la catequesis. Sólo hay que ver cómo lo pasaron Adela y Pepe @camachomanarel y @pepemartinf @ManuelaRuiz y Lázaro @manueljesusf y @sensicelular. 

 Pepe, de contundente cuerpo episcopal, con su cámara en ristre y su imborrable sonrisa, tiene todo el aire de haber quedado seducido por el ambiente y de apuntarse a la primera que le caiga bien. Sus trazas me recuerdan a mi mismo hace unos años, cuando aún tenía esa contundencia corporal que me hacía un creíble obispo en el entierro de la sardina, de ahí lo del cuerpo episcopal; 

 Igual que Lázaro, que nos conquistó con su simpatía, su locuacidad y su sentido del humor de jubiloso jubilado. Me marqué con él una gratísima conversación que espero volver a retomar. Sensi ya es veterana: Se contagió en Úbeda y no tiene pinta de curarse. Llegaron como consortes, pero volverán por voluntad y derecho propios.
 

Creo no equivocarme si digo que lo mismo les ha ocurrido a las que desde ese día serán nuestras sindicalistas de cabecera, Luz y Tedo con las que quiero volver a coincidir para proponerles la creación de una compañía ética de suministro eléctrico (TedoyLuz). El nombre ya le tienen. Además, Luz tiene que enseñarme más trucos para distinguir un buen jamón e intercambiar puntos de vista y de encaje con Carmen para organizar un taller de bolillos para la próxima quedada. Estábamos deseando desvirtualizarla y en el rato que pude hablar con ella,  me encantó su cercanía, su simpática campechanía, su sentido del humor, su manera de pensar y su forma de ver el mundo. Tedo no se quedó a cenar, ni Luz al baile, o sea que se perdieron lo parte loca de la noche, al igual que Juan Antonio y Elena (jadaz1977 y @elenplasen), que debido a su juventud tienen poco aguante para la fiesta, por lo que se ve. 

Se estaba fraguando la fiesta. Aún fríos, pero la que se lio..
Pues nada. Se perdieron el desmelene de Travolta (@antoniogarrido) y Olivia Newton John (@carmeniglesiasb) en “La buena vida”,
a Cadenato saltar como impulsado por un resorte cuando escuchó que sonaba Sabina, a Fraga desgañitarse cantando Miña Terra Galega, acompañado a la guitarra por Santi, con coros a cargo de Sensi, Adela, Inma, José Luis Castillo, Pepe y Cai, y cuerpo de baile por la incansable Mapi, la incombustible Maru, y el afamado trío LOLALÁ (LOLa, Anuska y LAjaines) Siempre me quedo pasmado cuando veo bailar a estas chicas, porque si unas son capaces de moverse al mismo ritmo de la música, la música parece moverse al ritmo exacto que le marca la otra (Inés) en una sintonía que me deja ojiplático, seguramente por mi inexistente sentido del ritmo. No se puede tener de todo, yo ya tengo el del equilibrio a lo “mamachicho”.



Sin embargo a  Manuel Jesús, majestuoso e hierático, embebido como estaba en la grabación de la banda sonora de la quedada no le vi bailar ni una pieza a pesar de la presión ambiental. Luego nos enteramos que desocupado no estaba. ¡Qué tío! Aunque, no pasa nada, Sensi se bailó ella solita todo el cupo familiar. Y sin despeinarse. Con elegancia.



#refranero No es por hacerle la rosca, pero nos falta @bacosca
Y es que “de la panza sale la danza”, y la cena degustación con la que Los Monjes nos sorprendieron, estuvo bien elegida, muy elaborada y mejor regada. No podía ser de otra manera tratándose de excelentes profesionales como los que regentan y atienden este restaurante, que ya tuve el gusto de visitar cuando corrí la MM de Plasencia.  Nosotros aportamos el apetito, la sed y la alegría. Queríamos animar a Gorka, tan feliz unos momentos antes, cuando nos juntamos tres cuartas partes del #refranero pero cabizbajo tras su incidente, pero sorprendentemente fue él el primero que se puso a cantar “¿Dónde están las llaves, matarile, rile, rile…?”. Otro grande. Así que no faltaron brindis, risas, vino, canciones, ni chistes durante toda la cena, en la que disfruté de la cercana compañía de Manuela, que me cayó rebien, como diría Chavela, ¿verdad, Cadenato?; de la de Adela, y de la de mi histórico colega Manuel Jesús.

El caso es que algunos días después de finalizar una quedada, uno puede echarse a reír sin venir a cuento en la circunstancia más adecuada para que la gente que te mire piense que definitivamente te volviste loco. Algo tienen, para que no hayas terminado una y ya estés pensando en la siguiente. Creo que lo llaman emotion ware, que me suena a tupper ware, pero que en realidad no sé lo que significa. Yo lo definiría como flechazo amistoso, o cariño adictivo, o necesidad imperiosa de abrazar a la gente del claustro twittero, y es que, como diría @o_fragha, esto del Twitter es como tener una abuela, que te dice continuamente lo guapo y lo listo que eres. ¿Y quién no quiere ir a ver a su abuela? ¿Qué otra cosa haría desplazarse a @ibarrien, Inma la dulce o la discreta viajera, desde Barcelona, o a Mapi, la marchosa que llegó del Este y @jlcastilloch, el idealista práctico, incansable y tenaz, a hacerlo desde Almería, o a @marudo76, la de la fácil sonrisa y los brazos abiertos, a volar desde Mallorca a Bilbao para recoger a @mcadenato, el vizcaíno del tierno lagrimal, y desde allí carretera y manta hasta Plasencia. O a @lajaines la burgalesa bailona y cierrabares con alma de corchea, a @o_fragha, el profesor que todos hubiésemos querido tener, a @Belencinha73, la tierna galleguiña de la mirada avispada. A esta mujer la barruntas la listeza por los ojos.
a @salpegu, el filántropo del trípode (para sujetar ese corazón gigante que tiene)
a @antoniogarrido, el ciclista enológico, también conocido como el Tony Manero de la noche plasentina
a @joanfelizz, el hombre de la sonrisa perenne
a @inmitacs, la ingeniosa hidalga de Almería
a @igorhoroshko, mi querido gallego de los Cárpatos
a @puerto, la chinata de Tornavacas
a @elcai59, el proveedor del cacho
a @luz_tic, la bolillera del código binario
a @ManuelJesusF, Ennio Morricone, o si no, escuchad la banda sonora que se curró él solito- IVOX
a @sensiceular, la bailona elegantona
a @ManuelaRuiz, la malagueña salerosa
a Lázaro, el jubilado precoz de la fácil conversación
a @anuska72, la charrita de la cara bonita
a Santi, el heavy del pelo cano
a @Tedo_Cas, la luchadora consecuente
a @camachomanarel, la directora que no se da importancia
a @pepemartinf corpus episcopalis 
a @gorkafm, el maratoniano con voz de orfeón, pierdellaves y ganamigos
a @carmeniglesiab la Newton John de “la buena vida”, la bracamontesa, o la content curator del bolillo, que no sé qué apelativo ponerla, no siendo que se me enfade
a @Lolaprieto, la cántabra incombustible (debe ser la semiconserva) colindrona y  pierdechaquetas 

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Total, que sea por la abuela o por el sursum corda, lo que creo es que esto se está convirtiendo en una gran familia, la sagrada familia del pajarito si se me permite la comparación, reunida en esta ocasión gracias a Puerto y Cai, en los papeles estelares de la virgen y sanjosé, que se preocuparon, nos mimaron, cuidaron de nosotros, nos buscaron unos magníficos guías para los ratos muertos entre comidas, porque saben de sobra que la cabra tira al monte y nos dejamos arrastrar con facilidad por el arrabal, el malevaje y las malas compañías.  

Imagen tuneada por Manuel Pérez Báñez, @ManuElpielroja
Gracias también a Jesús por sus eruditas explicaciones del arte y la historia de Plasencia y por aclararme lo de la decoración de bolas en los frisos, a Los Monjes por llenar la nevera de Estrella Galicia y por el trato exquisito, a los buitres, por volar para nosotros, al sol por iluminarnos el día, a la señora del hotel por facilitarnos las cosas, a Angélica por hacer honor a su nombre, a los ciervos por darse un paseo a la misma hora que pasábamos por allí, al gitano saltarín por petrificarnos guardias, ya le mandaremos ministros, a los cerdos ibéricos por ese color tostado tan sexy, a las setas por salir a esporar, al tío de la zambomba por cantarnos estribillos, a los asistentes por asistir y por aguantarme los chistes.  

“Señora, que el mono va llorando. -No es un mono, es mi hijo. -Ya decía yo que era muy feo para ser un mono, Señora”.  Ufff, me acordé. Del chiste, digo. ¡Certifícalo, Cadenato!

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El secretario